La decena trágica es como se conoce al lapso en el que evolucionaron los acontecimientos que llevaron al asesinato de Francisco Ignacio Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez, y cuyo desarrollo se dio del 9 al 19 de febrero de 1913; 10 días en los cuales se consumó el golpe de estado contra Madero.
Al arribo al poder, Francisco I Madero tuvo que lidiar con una administración caótica resultado de no satisfacer las demandas de antiguos partidarios suyos, ejemplo de ello fueron las rebeliones comandadas por Emiliano Zapata y Pascual Orozco, que a su sentir, consideraban que el régimen maderista había traicionado los ideales del plan de san Luis que lo encumbro en la presidencia del país; ninguna de estas rebeliones supuso un peligro para la presidencia de Madero ya que fueron contenidas, y en el caso de la rebelión orozquista totalmente sofocada por victoriano Huerta.
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Antecedentes de la decena trágica
Otra rebelión arengada mediante el Plan de la Soledad proclamado el 16 de noviembre de 1911 por el general Bernardo Reyes, desconocía el gobierno constitucional de Francisco I Madero, si bien combatió al régimen maderista la sublevación no prevaleció. Bernardo Reyes fue encarcelado y condenado a ser fusilado, Madero le perdona la vida, y cambia la sentencia a solo prisión. Con Bernardo reyes las sombras de un golpe de estado contra la presidencia de Madero quedaban latentes, igual caso ocurrió con Félix Díaz, que se levantó en armas en octubre de 1912 contra el gobierno maderista, capturado se le perdona la vida, y se le envió a la ciudad de México a cumplir condena.
Causas y Desarrollo de la decena trágica
Las causas que llevaron a poner fin al primer gobierno democrático en México mediante un golpe de estado, que tenía la venia del embajador estadounidense Henry Lane Wilson, eran que la embajada estadounidence alegaba que el régimen maderista no era capaz de instaurar el orden y poner en paz a México, afectando con esto intereses de su país. El desarrollo del conflicto inició la madrugada del domingo 9 de febrero de 1913, cuando Manuel Mondragón junto a disidentes del régimen maderista se levantan en armas logrando liberar a Bernardo Reyes y a Félix Diaz, el mismo día 9 de febrero, Bernardo Reyes moriría al intentar tomar el palacio nacional.
Ante la situación, Francisco I Madero abandona palacio nacional, y deja el encargo de hacer frente a la rebelión golpista a Victoriano Huerta. Manuel Mondragón y Félix Diaz se acuartelan en el edificio militar de la ciudadela; al tomar la posición, lograron obtener para su causa gran cantidad de pertrechos que les permitieron los días restantes de la decena trágica combatir ferozmente al régimen maderista. Consecuente a los ataques que Huerta fingió atacar y en algunos casos obstaculizar, a Francisco I Madero se le hizo creer que los estados unidos invadirían México, lo que sería desmentido por el presidente de los estados unidos William Howard Taft el 17 de febrero de 1913.
Para el 18 de febrero ya el golpe de estado se consumaría al hacerse visible la traición de Huerta, que junto a Félix Díaz se adhiere al pacto de la ciudadela o de la embajada; pacto auspiciado por el embajador estadounidense Henry Lane Wilson; el pacto declaraba el desconocimiento del gobierno democrático de Francisco I Madero y le ofrecía la presidencia a Victoriano Huerta. Se apresa al presidente Madero y al vicepresidente Pino Suárez, los golpistas Victoriano Huerta y Félix Díaz, con el pacto de la embajada comienzan a dar fin a los diez días más trágicos de la democracia mexicana que costó la vida de más de 500 militares y 5000 civiles.
Para el 19 de febrero de 1913, décimo y último día de la decena trágica, los soldados apostados en la ciudadela festejaban su victoria asesinando a Gustavo Adolfo Madero y a Adolfo Bassó Bertoliat, al presidente Francisco Ignacio Madero y al vicepresidente Pino Suárez se les obligó a presentar su renuncia que fue aprobada por el congreso.
El 22 de febrero de 1913, en la parte trasera del Palacio de Lecumberri de la ciudad de México, serian asesinados Francisco I Madero Y José Maria Pino Suárez.
Consecuencias de la decena trágica
Con la renuncia al gobierno de México de Madero y Pino Suárez, su posterior asesinato y al asumir Victoriano Huerta la presidencia por medio de un golpe de estado, se agitó aún más la vida política de México, nuevamente una dictadura era instaurada, la democracia efímera, así como llegó así también por las armas se derrocó. El movimiento constitucionalista arengado por Venustiano Carranza lucharía contra Huerta que no obtuvo reconocimiento por parte de los Estados Unidos de América como jefe de estado.
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